

Coaching, Mentoría y Consultoría:
abril 16, 2025
Después de más de 15 años acompañando líderes, equipos y organizaciones en sus procesos de transformación, hay una certeza que se ha consolidado en mí con fuerza:
El mayor poder de la ontología es hacernos conscientes de que no vemos las cosas como son, sino como somos.
Esta afirmación, que parece simple, encierra una fuerza transformadora inmensa. Porque implica que lo que interpretamos como “realidad” no es un hecho objetivo, sino una construcción que surge desde nuestro observador: desde nuestra historia, nuestras emociones, nuestro lenguaje y nuestras creencias.
Significa que, si cambiamos la manera en que observamos, podemos cambiar lo que es posible para nosotros.
Significa que no estamos condenados a repetir patrones, juicios o narrativas internas que nos limitan.
Significa que tenemos el poder de rediseñar nuestra forma de ser, de relacionarnos, de liderar y de vivir.
En coaching, lo he visto pasar cientos de veces:
Y todo eso sucede no porque alguien “les dijo qué hacer”, sino porque lograron verse a sí mismos desde otro lugar.
La ontología no es una herramienta.
Es una forma de entender el ser humano.
Es la posibilidad de descubrir que, al cambiar nuestras conversaciones, podemos cambiar nuestro mundo.
Y esa, para mí, es la revolución más silenciosa… y más poderosa.
¿Y tú? ¿Qué mundo nuevo podría abrirse si cambiaras la forma en la que te hablas, te miras y te explicas lo que te ocurre?